
Lo primero es leer el manual, intentar comprender lo escrito y practicar. No estas de menos conocer una serie de puntos básicos para después comprender y realizar una buena gestión del color. Todas las cámaras recogen la información en RGB (rojo, verde, azul) a similitud del ojo humano. La cantidad de información que pueden capturar en color (gamut), es la mayor dentro de un flujo de trabajo de edición, tratamiento e impresión en color.
Las cámaras procesan la información capturada (foto) según un procesador interno que aporta singularidades propias a cada una de ellas.
Las fotos capturadas están en el espacio RGB (espacio que es dependiente del dispositivo), es decir, para un misma imagen desde distintas cámaras obtenemos distintos resultados.
Para normalizar resultados habría que utilizar un elemento que identificara como se comporta el dispositivo (cámara) y aplicarlo (perfil ICC de color). Esta solución solo es posible en los llamados respaldos digitales, pero no en nuestras cámaras habituales.
Las cámaras adoptan un espacio de color estandarizado (sRGB o AdobeRGB) para que bajo la misma casa de color, las imágenes sean vistas con el máximo de igualdad por todos con los que compartimos nuestras fotos.
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